Nací en Buenos Aires. La música siempre ocupó un lugar importante en mi vida.
Me formé como cantante de música de cámara en el lied alemán.
Se tocaba en salones y espacios pequeños con poco público.
En él se conjugan compositores como
Schubert, Schumann, Mozart, con poetas conocidos como Goethe y Schiller.
La música y la poesía están al mismo nivel, como en el tango.
Es un dar y recibir.
Escuchando las letras de Horacio Ferrer, Homero Manzi, José M. Contursi, Eladia Blázquez y la música de Piazzola, Troilo, Mores y Eladia me cautivaron y me acompañan en una constante búsqueda.
El tango tiene una estructura como el lied, pero con vuelo y libertad.
Y vendrán otros poetas y otras melodías, las obras de antes y las de ahora…
Disfruto esa conjunción de la voz y el instrumento, consensuando la obra.